Las enfermedades intestinales
tales como el cáncer del aparato digestivo, enfermedades inflamatorias
intestinales, diverticulitis del colon, entre otros. Vivieron un importante aumento en el siglo
XX.
Es muy probable que la causa principal fuera
el incremento en el consumo de carne roja de mala calidad: embutidos y carne
procedente de granjas industriales, etc.
Sin embargo, las estadísticas
son claras: en todos los países en los que el consumo de carne roja aumenta,
las enfermedades digestivas también lo hacen.
No obstante, hay que procurar no
demonizar a un alimento que desde tiempos inmemoriales forma parte de la
alimentación humana.
El problema podría estar provocado en gran medida por la pésima calidad
de la carne que se consume en la actualidad.
Hoy en día, para aumentar la productividad se alimenta a los animales
con maíz, cereales o harinas animales a menudo enriquecidos con aditivos.
Sabemos que se crían en unas condiciones de hacinamiento inconcebibles y que,
en algunos casos, incluso son sacrificados de una forma tan horrible que el ex
Beatles Paul McCartney llegó a declarar: “Si las paredes de los mataderos
fueran de cristal, todo el mundo sería vegetariano”.
Algunas enfermedades
transmitidas por la carne:
1. Cáncer de colon:
Jeffrey A. Meyerhardt,
profesor de medicina de Harvard Medical School,
explica que el consumo elevado de carnes rojas o procesadas puede influir en la
aparición del cáncer de colon probablemente por las sustancias cancerígenas desprendidas de su cocción y a los conservadores.
2. Enfermedades cardiovasculares:
La carnitina, sustancia contenida en la
carne roja, estimula la producción de
un compuesto bioquímico (Trimethylamine
N-oxide, TMAO) que facilita el acceso del colesterol en el torrente sanguíneo y obstruye su
desecho, favoreciendo la predisposición de cardiopatías.
3.
Diabetes:
Uno de los factores de riesgos de la diabetes mellitus está asociado con el consumo de carne roja
y embutidos.
De acuerdo con un estudio de la Universidad Nacional
de Singapur, si se aumenta media ración de
carne al día, en un periodo de cuatro años aumenta 48% las
probabilidades de desarrollar esta enfermedad,
confirma William. J. Evans,
investigador de la Universidad de Duke, Estados Unidos.
4. Colesterol:
Una de las fuentes del llamado colesterol “malo” en la sangre proviene de las grasas
saturadas de la carne roja. Ésta contribuye a la formación de placas en
las arterias que
puede derivar en ateroesclerosis y en un infarto
agudo al miocardio.
La Asociación Americana
del Corazón sugiere que en la mayoría de los
casos, se mantengan niveles de colesterol por debajo de 110 miligramos.
5. Afecta la memoria:
Un estudio publicado en Proceedings of the National Academy of
Sciences, explica
que al cocinar la
carne a alta temperatura se liberan químicos,
posiblemente la acumulación de la proteína beta amiloide en el cerebro,
que causa el deterioro de algunas funciones cerebrales.
Integrante del grupo: Vilchez, Julieta
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